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Introducción
El hachís, la forma concentrada del cannabis, existe desde siempre. La palabra hachís significa incluso «hierba» en árabe. Nuestros antepasados de la India ya consumían hachís hace siglos frotando la hierba entre las palmas de las manos. Luego, enrollaban la pegajosa resina en pequeñas bolas de alegría, alias «charas«.
En la actualidad, los aceites de alta gama producidos con disolventes son la forma más común de concentrado de cannabis. Algunas personas siguen la vieja escuela y prefieren los hash tradicionales sin disolventes. Sin embargo, los entendidos en OG siguen prefiriendo los hash tradicionales sin disolventes, que son pura felicidad. Puedes extraer tricomas de cannabis manualmente utilizando técnicas de tamizado en seco y extracción con agua helada. En Hempati encontrarás excelentes variedades de hachís CBD.
Si quieres sumergirte en el mundo del hachís y saberlo todo sobre su elaboración, estás en el lugar adecuado. En esta guía te explicamos todo lo que necesitas para empezar. ¡Manos a la obra!
¿Qué es el hash?
El hachís es como el chocolate del cannabis. Básicamente, es una forma concentrada que se hace frotando las glándulas de resina de la planta. De esta forma se obtienen ladrillos, placas o trozos enrollados de gran potencia. Pero aquí está la clave: ¡no lo confundas con el kief! El kief es como un polvo seco que se recoge a través de un tamiz de malla. Su consistencia es sólida y tiene un color achocolatado y arenoso que resulta agradable a la vista y al paladar.
El hachís es el prototipo original de todos los concentrados locos que existen. Existe desde hace mucho más tiempo que todas esas ceras de lujo, shatters y budders. En realidad es un poco de baja tecnología, pero aún así es una pasada. Mi abuelo solía contarme historias sobre cómo fumaba hachís de una lata en la universidad porque nadie había oído hablar aún de los bongs.
Equipo necesario para hacer hachís
Si quieres hacer un hachís de muerte, necesitarás algunas herramientas. Tengo algunos consejos para que empieces con buen pie.
-Empecemos por lo esencial: un congelador o liofilizador. No sólo pueden acelerar el proceso de secado, sino que también te ayudarán a evitar la terrible oxidación. Créeme, no querrás acabar con un producto final mediocre.
-A continuación, necesitas un grinder que tenga un compartimento para recoger el kief. No más desorden, sólo facilidad y comodidad. Además, si te sobra kief, puedes probar a hacer tu propio hachís. Es como la experimentación culinaria pero más divertida.
-Si planeas hacer hachís tamizado en seco, necesitarás tamices de malla fina. Las hay de diferentes tamaños, así que asegúrate de que tienes la adecuada para tus necesidades. El nylon de calidad alimentaria es lo mejor.
-Para los que hacen hachís de agua helada, las bolsas de micras son tu nuevo mejor amigo. Te ayudaran a separar el hachis del agua y vienen en diferentes tamaños dependiendo de lo que estes buscando.
-Por último, si quieres convertir tu hachís en un ladrillo o una losa, necesitarás una fuente de calor y presión. Puedes utilizar una plancha para el pelo o, si te apetece más, invertir en una prensa mecánica industrial.
Y ya está, amigos. Ya tienes todas las herramientas que necesitas para convertirte en un profesional de la fabricación de hachís. Así que, ¡a experimentar con confianza!
¿Cómo se fabrica el hachís?
Los efectos potentes y únicos del cannabis se deben principalmente a sus tricomas. Son pequeñas glándulas de resina que se encuentran en las plantas de cannabis maduras y que contienen una gran cantidad de cannabinoides y terpenos, las sustancias que hacen que el cannabis sea tan psicoactivo y medicinal. Si eso te parece bien, déjame decirte que el hachís, una potente forma de cannabis, se elabora a partir de estos tricomas.
¿Quieres saber cómo se hace el hachís casero? Bueno, utilizan esta técnica llamada tamizado en seco, que básicamente consiste en utilizar el residuo pulverulento que queda al moler el cannabis. Aparentemente, es el kief lo que hace que se produzca la magia. Pero espera, ¡hay más! A medida que la industria del cannabis se expande, la gente está ideando todo tipo de formas nuevas y mejoradas de hacer su propio hachís a gran escala. Cada día es una locura.
Aquí te explicamos cómo hacer tu propio hachís artesanal utilizando el tamizado en seco.
Paso 1: Mete la flor de cannabis en el congelador durante unas horas. Esto ayuda a que los tricomas se separen de la planta de cannabis, lo que facilita su posterior recolección. Si eres un gran productor, puedes utilizar un liofilizador.
Paso 2: Coge esa flor enfriada y tritúrala. Muchos grinders tienen pequeños compartimentos en la parte inferior que recogen los tricomas sueltos que quieres. No los desperdicies; son perfectos para hacer hachís.
Paso 3: Ahora es cuando ocurre la magia. Coge una malla fina y empieza a tamizar. A mí me gusta usar una malla de unas 90 o 115 micras y moverla en círculos. Esto separará los tricomas del material vegetal. Cuanto más fina sea la malla, más puro será el resultado final. Sigue tamizando y recogiendo hasta que tengas una cantidad decente de lo bueno. Esos pequeños tricomas son la columna vertebral de tu hachís y contienen todo lo bueno, como cannabinoides y terpenos que hacen que tu concentrado sea de calidad A.
Paso 4: Ahora es cuando las cosas se ponen calientes y pesadas. Coge tus tricomas y aplica un poco de calor y presión para fundirlos en un bonito y compacto ladrillo de hachís. Hay muchas formas de hacerlo, pero si lo haces a gran escala, prueba a utilizar una lavadora de hachís.
Cuando se trata de productos de hachís, su forma y tamaño vienen determinados por los métodos de extracción utilizados. Por ejemplo, hacer hachís a mano implica presionarlo usando calor y presión, como con una plancha de pelo, para convertirlo en una losa dura o incluso intentar moldearlo en forma de bola.
Aunque este método requiere más tiempo, puede producir hachís de excelente calidad. Las instalaciones de producción más grandes, sin embargo, utilizan máquinas para crear ladrillos uniformes o pastillas de jabón para mayor comodidad. Con los diferentes métodos disponibles para hacer hachís, ¡puedes elegir el que más te convenga!
Ice water hash
También llamado Bubble hash, el hachís de agua helada es básicamente una forma de obtener todo lo bueno de la flor de cannabis y recortarlo usando sólo hielo, agua y pequeñas bolsas de malla. Es muy fácil de hacer. Todo lo que tienes que hacer es mezclar la hierba con agua helada, colarla y prensarla. Ya tienes el hachís listo para usar. Pero aquí viene lo mejor: es una forma más suave y potente de disfrutar del cannabis. En las instalaciones más grandes, se utilizan máquinas para acelerar las cosas. Es una forma estupenda de producir hachís con consistencia y eficacia.
Hacer hachís con agua helada es más fácil de lo que parece. Antes de empezar, coge un poco de hielo, agua, bolsas de filtro micrónico, flor de cannabis fresca y dos cubos resistentes de uso alimentario. Si tienes acceso a una lavadora o liofilizadora comercial, ¡aún mejor!
Paso 1: Ahora que ya tenemos nuestros materiales, vamos a hacer hachís. Llena el primer cubo con hielo, asegurándote de forrarlo primero con una bolsa de filtro de 220 micras. Ahora, añade una capa de hielo a tu vaso, luego añade tu flor encima y termínalo con otra capa de hielo. Vierte el agua poco a poco hasta cubrir la capa superior de hielo, lo que suele requerir entre 1 y 2 litros de agua.
Paso 2: ¡Es hora de empezar a remover! Trate su mezcla como si estuviera remando un barco, agitando suavemente durante 15-20 minutos. A medida que el hielo se derrita, siga removiendo lentamente y deje que se deshaga por sí solo. Esto puede llevar más de 20 minutos.
Paso 3: Cuando hayas terminado de remover, es hora del siguiente cubo. Ahora, fórralo con unas cuantas bolsas de filtro, asegurándote de que la bolsa de micras más finas esté en el fondo. A continuación, transfiere con cuidado toda el agua, el cannabis y la mezcla de hielo al nuevo cubo. Espera diez minutos para que el hachís se asiente en el fondo.
Paso 4: Secar el hachís. Puedes utilizar un liofilizador, pero no es imprescindible. Retira la primera bolsa y raspa el hachís húmedo con una cuchara. Las instalaciones comerciales utilizan un liofilizador, pero puedes utilizar la rejilla de secado. Haz esto hasta que hayas sacado todas las bolsas y ¡ya está listo! Disfruta de tu hachís de agua helada recién hecho.
Debería durarte unos 4-8 meses después de prensarlo si lo guardas adecuadamente en un espacio fresco y oscuro. Pero espera, esto no se aplica a todos los fabricantes. Cada fabricante tiene su método y equipo preferido para hacer hachís. Mientras tanto, las grandes instalaciones utilizan máquinas enormes como las lavadoras.
Conclusióni
Hacer hachís es un arte que exige paciencia, creatividad y ganas de experimentar. Así que asegúrate de tener los materiales y el equipo adecuados, porque no querrás estar rebuscando por toda la casa tamices y prensas.
El proceso puede durar entre 2 y 7 días, dependiendo del tipo de hachís dulce que prepares. Recuerda que cada paso del proceso es crucial. Estás creando un producto que realmente merece la pena saborear, ¡así que esfuérzate! Así que la próxima vez que disfrutes de tu hachís casero, tómate un momento para apreciar el cuidado y la experiencia que se han puesto en su creación. Estamos deseando ver lo que creas.