En artículos anteriores, hemos analizado los beneficios, los riesgos y los principales usos de los productos basados en el CBD, así como de los productos que poseen sustancias como el THC. Conviene recordar la principal diferencia entre estas dos moléculas, es decir, los efectos psicoactivos causados por el THC, que son la base de una nueva sustancia denominada delta-8.
Qué es Delta-8 THC
El Delta-8 THC es uno de los varios cannabinoides que se encuentran en las plantas de cannabis sativa, si bien no está presente en niveles significativos. Es una sustancia que ha originado diversos debates diversos debates en el seno de la comunidad científica, puesto que se la considera una sustancia potencialmente peligrosa (véase la atención que se le presta en los Estados Unidos) y los expertos desaconsejan su uso. Sus efectos psicoactivos son parecidos a los del delta-9 THC, aunque se manifiestan en menor medida. Al igual que otros cannabinoides (incluido el CBD), el delta-8 interactúa con el sistema cannabinoide del cuerpo humano. Este sistema contribuye a regular algunas áreas y funciones corporales importantes como la inflamación.
El nombre completo de esta nueva molécula es delta-8-THC, lo que indica precisamente, que entre sus componentes se encuentra el tetrahidrocannabinol, un ingrediente psicoactivo que figura en la planta de la marihuana. Al igual que esta, puede comerse o vapearse, solo rara vez se fuma.
¿Qué diferencia al CBD del THC?
Las principales diferencias entre el THC y el CBD, mencionadas anteriormente, son las siguientes:
- Estructura química: químicamente, ambas moléculas son isómeras, lo que quiere decir que comparten la misma fórmula química, pero con estructuras diferentes. Además, el CBD y el THC se unen de forma diferente a los receptores del sistema endocannabinoide del cuerpo.
- Propiedades psicoactivas: aunque resulta frecuente considerar que el THC es la única de las dos moléculas que tiene propiedades psicoactivas, el CBD también cuenta con el mismo efecto, pero no altera las funciones mentales.
- Posibles efectos no deseados: el THC tiende a producir efectos como la desorientación o la paranoia, mientras que el CBD, incluso cuando se utiliza en mayores cantidades, suele provocar somnolencia.
Beneficios y riesgos del uso de THC Delta-8
En la actualidad, no existe una bibliografía que responda de forma exhaustiva a todas las preguntas acerca de los efectos y los posibles beneficios del delta-8 THC, y sus posibles beneficios están vinculados sobre todo a razones de marketing. Aunque es necesaria una mayor investigación científica sobre la eficacia de la molécula, la falta de regulación está frenando este proceso.
Según una investigación reciente, entre los efectos más comunes observados por el uso del delta-8 se encuentran:
- relajación
- estado de euforia
- alivio del dolor
- capacidad de frenar las náuseas y los vómitos
- estimulación del apetito
- la ansiedad y la paranoia
- proporcionar propiedades analgésicas y neuroprotectoras
Respecto a la alteración del estado de ánimo como efecto del uso de THC delta-8, esta se debe a la unión que se forma entre el delta-8 y los receptores CB1 del sistema endocannabinoide (presentes en el sistema nervioso central), cuya alteración causa una alteración del estado de ánimo. Comparando la sustancia anteriormente mencionada delta-9 THC con el delta-8 THC, se puede afirmar que el uso de esta última tiene menos efectos secundarios y menos impacto que la delta-9, debido a su menor potencia psicotrópica.
Los posibles efectos secundarios son, por ejemplo, los siguientes:
- problemas de concentración
- problemas de memoria a corto plazo
- alteración de la noción del tiempo, aunque no en la misma medida que cuando se consume marihuana
- alucinaciones
Además de los efectos mencionados, otro riesgo de la ingesta de delta-8 THC deriva del proceso de producción de la sustancia, que primero debe extraerse de grandes cantidades de plantas, transformarse en otro cannabinoide como el CBD, o sintetizarse mediante el uso de productos químicos y disolventes orgánicos que pueden ser nocivos para la salud. Asimismo, estos productos no están regulados y, actualmente, no se conocen los efectos a largo plazo del uso de la molécula.
Otros estudios sobre el delta-8 THC
Una de las preguntas más frecuentes que se plantean al hablar de este tipo de sustancias es si son seguras o no. A diferencia de los párrafos anteriores, no es posible dar una respuesta categórica a esta pregunta, principalmente debido a la falta de investigación científica especializada. Los expertos recomiendan, en cualquier caso, consultar al médico y comprobar si el consumo de esta sustancia es adecuado para las necesidades de cada usuario.
Un nuevo producto en el mercado del cáñamo
El sector de los productos basados en el THC delta-8 se ha convertido en uno de los de mayor crecimiento en el mercado del cáñamo y es particularmente popular en zonas donde los productos que contienen THC son legales o su uso por razones médicas suele estar restringido.
¿Cuáles son las principales razones para consumir THC delta-8? Aunque mediante distintos métodos (p. ej., vapeo, caramelos), varias personas que participaron en una encuesta en línea confirmaron que lo consumían con fines médicos, para tratar una determinada afección y, por tanto, no por puro placer. Estas afecciones incluían trastornos de ansiedad, ataques de pánico, dolor crónico, depresión o trastorno bipolar y estrés. Además, las personas que participaron en esta investigación afirmaron que redujeron el uso de medicamentos farmacéuticos a favor de los productos a base de THC delta-8. Por lo tanto, se considera una sustancia mejor en términos de efectos secundarios, pero también en términos de adicción, eficacia y coste.
Por último, conviene subrayar que la investigación específica, acompañada de un mayor conocimiento y educación sobre el uso correcto de estas sustancias, posibilita una orientación segura para los consumidores y los protege de riesgos potenciales. En este sentido, la creación de una normativa que orientase el uso de sustancias como el delta-8 THC podría convertirse en una herramienta indispensable, puesto que cada vez son más los consumidores que tienen acceso a estos productos, tanto con fines recreativos como farmacéuticos. En el caso de Italia, el Delta-8 THC se menciona en el Decreto Presidencial n.º 309 de 1990 y se incluye entre las sustancias estupefacientes y psicotrópicas. En cambio, en el caso de Estados Unidos, la FDA (Food and Drug Administration), organismo que regula los productos alimentarios y farmacéuticos, ha establecido una directriz para la salud de los consumidores a la espera de nuevos estudios científicos.
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