A pesar de que la legislación europea parece muy clara y a pesar de que recientemente algunas instituciones importantes y competentes, como la Organización Mundial de la Salud y la ONU, se han mostrado abiertas y dispuestas a comprender y acoger la cuestión del cannabis ligero y de todos los productos derivados, en Italia siguen existiendo dudas en torno a este tema, causadas por una legislación incompleta, por la vinculación de la marihuana con el crimen organizado, por prejuicios y creencias erróneas. Como resultado, la gente continúa temiendo cometer acciones ilegales al comprar productos que contienen THC y CBD. A pesar de todo y, al parecer, casi en contra de todos, la marihuana legal lleva en el mercado desde 2017 y cada vez son más las personas que emplean productos a base de CBD en su día a día. Como consecuencia, el mercado de este tipo de productos se ha ampliado extraordinariamente en los últimos tiempos, y la variedad también ha crecido. Hay caramelos, chicles, cremas, ungüentos, aceites, sprays, gotas y, por supuesto, flores para fumar. ¡El CBD se encuentra incluso en lubricantes con fines sexuales! La respuesta a la pregunta «¿es legal el CBD en Italia?» parecería por tanto sencilla, incluso superflua. Pero, por desgracia, hoy en día todavía no es así. Pero vayamos por orden y tratemos de aclararnos. En hempati.com te explicaremos todo lo que sabemos, aunque todavía haya cosas ambiguas. ¡Sigue leyendo!
La legislación
La ley número 242 del 2 de diciembre de 2016 sobre el cáñamo industrial secunda a la europea de 2013 y contiene normas para el apoyo y la promoción del cultivo y la cadena de suministro del cáñamo. La misma ley establece también que el cultivo del cáñamo industrial está sometido a ciertas restricciones y se beneficia de un régimen de ayudas, en particular, para la transformación del cáñamo destinado a la producción de fibras. Por otra parte, las variedades de cáñamo de fibra cuyo cultivo está autorizado deben tener tasas precisas (y muy bajas, del 0,2 %) de THC. La ley también establece que los Estados miembros deben controlar como mínimo el 30 % de las superficies de cáñamo cultivado con fines industriales y que las variedades de cáñamo que superen el límite de THC del 0,2 % deben eliminarse de las listas de aquellas aptas para el cultivo.
A continuación, la misma ley siempre, establece una lista de posibles usos del producto derivado del cultivo, que son: alimentación y cosmética, productos semielaborados (fibras, polvos, astillas de madera, fueloil para suministros a industrias o productos artesanales), biomasa con fines energéticos (para la autoproducción energética de una empresa), material destinado a abonos verdes o bioingeniería, cultivos para la docencia y la investigación y floricultura.
El problema de esta ley es que no se nombran (ni se tratan) los usos que se pueden realizar con estos derivados, ni las inflorescencias, ni las partes que se pueden fumar. Para poder comercializarse, estas inflorescencias (o flores) deben contener un bajo nivel de THC. Siempre hablamos de THC, ¿y qué sucede con el CBD?
CBD
El CBD es una sustancia presente en la planta de cannabis sativa que, a diferencia del THC, no posee efectos psicotrópicos y presenta numerosas propiedades. El CBD ha demostrado su utilidad para combatir el insomnio y los trastornos del sueño, la ansiedad, la depresión, los dolores crónicos y de espalda y los trastornos sexuales. Incluso se puede administrar a los perros para irritaciones cutáneas, dolores óseos y problemas de agresividad. Una sustancia con múltiples virtudes, que puede administrarse sobre la piel, a través del humo o incluso ingiriéndola. No existen muchas investigaciones al respecto, pero están aumentando visiblemente y son muy prometedoras. No obstante, esto provoca, especialmente en Italia, una dificultad para tener en cuenta sus usos médicos y considerarlo un compuesto terapéutico, aunque sea totalmente legal.
Porque sí, a fin de cuentas, podemos confirmar que el CBD, a diferencia del THC, es legal no solamente en Italia, sino también en toda la Unión Europea. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer para que se reconozcan sus propiedades terapéuticas, el CBD no es ilegal porque no produce efectos psicotrópicos, no es adictivo y no genera dependencia. La ley que mencionábamos antes, aunque pone límites precisos al THC, por esta misma razón parece ignorar el CBD.
La diferencia entre el CBD y el THC
Dado que ya lo hemos mencionado en varias ocasiones, vamos a profundizar en las diferencias entre el CBD y el THC. El CBD y el THC son las dos caras del cannabis sativa. Provocan efectos muy diferentes y las leyes se comportan con ellos de forma distinta.
Entremos un poco en detalle y tratemos de entenderlo. Efectivamente, el THC provoca euforia, alteración de la motricidad y aumento de la percepción sensorial, relajación mental y muscular, reducción de las inhibiciones, alteración del tiempo y del espacio, pero también sequedad de boca, aumento del ritmo cardíaco, ralentización de los tiempos de reacción, problemas cognitivos, antojos, cambios de humor, ansiedad y depresión. El CBD, por otro lado, causa relajación muscular, reducción del dolor y la inflamación y reducción de la presión arterial y ocular. Como puedes deducir de esta lista, el CBD actúa a nivel corporal y no sobre nuestra psique, excepto como relajante y reductor de la ansiedad y la depresión. Como para cualquier sustancia nueva que introduzcas en tu organismo, conviene que hables primero con tu médico. De hecho, el CBD, aunque es legal y no provoca adicción, puede interactuar con otras drogas.
¿Es legal fumar CBD?
Hemos comprobado que el CBD es completamente legal en Italia y en Europa y que se puede consumir sin restricciones. ¡Ni siquiera lo nombra la ley!
No obstante, cuando se trata de fumar, las cosas se vuelven un poco más… confusas. En la tabla I de la legislación consolidada sobre regulación de estupefacientes (Decreto Presidencial n.º 309 del 9 de octubre de 1990) se indica el THC como sustancia psicoactiva, pero no se menciona el CBD ni otros cannabinoides en ninguna de sus partes. Incluso la citada ley, la de 2016 regula la producción y transformación del cáñamo y la marihuana legal, pero no la distribución y el consumo. A esto se le suma el hecho de que las flores de la marihuana legal son estética y técnicamente indistinguibles de las de la marihuana no legal, aunque obviamente los efectos son muy diferentes. Fumarlo, por tanto, podría considerarse en cualquier caso un delito por parte de las autoridades. Una gran contradicción, dado que estos productos existen en el mercado y se pueden adquirir con facilidad (y legalmente).
Lamentablemente, no podemos proporcionarte información más precisa. Te aconsejamos que vayas con cuidado y te recordamos que también hay otras formas de consumir CBD. Para todo lo demás, ¡nos vemos en el blog!