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Introducción
Si hace unos años la mayoría de la gente nunca había oído hablar del CBD (también conocido como cannabidiol), hoy en día son cada vez más las personas interesadas en este producto, y el mercado está actuando en consecuencia. Una encuesta llevada a cabo en 2022 por Forbes Health entre 2000 estadounidenses concluyó que más de la mitad afirma haber probado algún producto con CBD. Es fácil entender por qué. Numerosos estudios e investigaciones han demostrado que los productos que contienen CBD pueden ayudar a tratar diversos problemas y afecciones. Algunos ejemplos: depresión, ansiedad, insomnio y problemas de sueño en general, dolor crónico, dolor articular, endometriosis, ansiedad de rendimiento, etc. ¡Incluso es útil para tu perro!
Incluso si no te gusta fumar, puedes consumir CBD en diferentes formas: gominolas, bebidas, sprays, cremas y lociones. Recientemente, está comenzando a surgir y a circular por Internet la idea de que el CBD también puede ayudar a comer menos y a perder peso. ¿Pero es cierto? En este artículo, descubriremos juntos si puede ser cierto y cómo funciona.
¿Cómo funciona el CBD en el cuerpo?
Para comprender si el CBD puede funcionar para la pérdida de peso y el control de las porciones, debemos hablar de cómo funciona el CBD en el cuerpo en general. Los cannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo, que lleva a cabo un papel fundamental en la regulación del apetito y el metabolismo, entre otras funciones. Gracias a este vínculo entre el CBD, el sistema endocannabinoide y el metabolismo, los investigadores han estado interesados en explorar el uso terapéutico del CBD en la pérdida de peso y la obesidad.
¿Qué dicen los estudios acerca del CBD y la pérdida de peso?
La mayor parte de los estudios disponibles sobre el CBD, hasta ahora, se han llevado a cabo con animales o estudios in vitro, no con seres humanos reales. «Los estudios en animales pueden mostrarnos qué estudiar en humanos, pero no se puede llegar a una conclusión sólida de que el CBD ayuda a perder peso en base a estudios en animales», afirma Peter Grinspoon, médico y especialista en cannabis del Hospital General de Massachusetts en Boston. «En ocasiones, los estudios en animales se trasladan a los humanos y en otras no, por eso es necesario hacer los estudios en humanos para asegurarse de que las conclusiones son aplicables. Podría hacer que algunas personas aumenten de peso y podría hacer que otros pierdan peso». No obstante, los estudios parecen prometedores. A medida que la investigación avance, estamos seguros de que habrá una respuesta más definitiva.
Para entender el problema, es necesario diseccionarlo. Quizá el CBD no pueda ayudar directamente a perder peso, pero sí a las cosas relacionadas con ello. Por ejemplo, una investigación coreana de 2016 revela que el CBD influye directamente en nuestro metabolismo y, en particular, en el proceso de transformación de la grasa blanca en grasa marrón, que es la que ayuda a regular la temperatura corporal en condiciones de frío, a quemar calorías y a almacenar energía.Pero hay más.
Un estudio prospectivo de tres años estadounidense demostró que los consumidores de cannabis son menos propensos a la obesidad que aquellas personas que no lo consumen.Y un estudio publicado en 2019 en el International Journal of Epidemiology reveló que era menos probable que los consumidores de cannabis aumentaran de peso que las personas que nunca lo probaron. Pero no te emociones demasiado: «Todavía no existen pruebas definitivas suficientes para responder al ¿por qué?», afirma James C. Anthony, doctor, profesor de epidemiología y bioestadística en la Universidad Estatal de Michigan y coautor del estudio.
¿Y qué sucede con los «munchies»?
Los «munchies» es una palabra inglesa de jerga de Internet para referirse a los antojos (normalmente relacionados con la comida basura) que se producen tras el consumo de drogas o alcohol. A la gente le cuesta creer que el cannabidiol (CBD) pueda contribuir a la pérdida de peso porque asocia automáticamente el cannabis con los «antojos» y, por lo tanto, asume que el CBD hará que aumente su apetito. Eso no es verdad en absoluto. El compuesto del cannabis responsable de los antojos es el THC o tetrahidrocannabinol (THC). Es el mismo compuesto que provoca los efectos psicoactivos que se sienten tras consumir cannabis. El THC se encuentra en la planta de cannabis, como el CBD. Así pues, ¡el mito de los «antojos» queda desmontado! Si quieres probar algunos productos de CBD, ¡nosotros en hempati.com te ayudaremos!
¿Todo el mundo puede tomar CBD?
Por sintetizar, el CBD quizás pueda ayudar a perder peso, pero no podemos estar seguros de ello. Todavía no. No hay suficientes estudios para explicar por qué y cómo podría ser. Tenemos que esperar para tener resultados más claros, ¡pero somos optimistas! Puedes probarlo y comprobarlo por ti mismo, y puedes escoger entre un montón de productos. Algo que tienes que saber antes de adentrarte en el mundo de los productos de CBD es que no es seguro para todo el mundo. Por ejemplo, si tienes la tensión baja, grandes cantidades podrían provocarte mareos o vértigos. Y si bien muchas personas confían en el CBD para conciliar el sueño, algunas descubren que provoca sueños vívidos, lo que puede deberse a un sueño REM más profundo. Otros efectos secundarios pueden ser fatiga, náuseas y malestar estomacal. El CBD también puede interactuar con ciertos medicamentos, especialmente los anticoagulantes y medicamentos para la tiroides, informa Harvard Health Publishing. Por ello, si estás pensando en probar el CBD por cualquier motivo, habla primero con tu médico y comienza con dosis pequeñas. Aprende a escuchar a tu cuerpo y escoge productos certificados y de alta calidad.
Entonces, ¿qué debo hacer?
Las personas obesas y con sobrepeso sufren un alto riesgo de padecer enfermedades asociadas, diabetes y discapacidad. Es un problema real con consecuencias reales para la salud del cuerpo y la mente, pero no hay que olvidar que cualquier tipo de sustancia, por sí sola, no puede resolver el problema. Si quieres perder peso en serio, deberías hablar con un médico, un nutricionista y un dietista y comenzar una dieta. Tu objetivo debe ser vivir una vida más saludable. Puedes intentar incorporar buenos hábitos a tu vida diaria: cosas como beber más agua, dormir más y mejor, hacer ejercicio (un paseo diario puede ser un buen punto de partida) y no saltarse comidas (sobre todo el desayuno) son verdaderamente útiles. ¡No te rindas!
