El CBD se puede tomar de diversas maneras, como hemos visto en artículos anteriores. Una vez comprobados los beneficios que tiene en el organismo y para aliviar ciertas enfermedades, una de las formas más apropiadas y rápidas de tomar esta sustancia es mediante el vapeo. Es importante tener en cuenta que la sustancia que contienen los «bolígrafos» es el resultado de un compuesto del producto: el llamado e-líquido de CBD. Éste suele componerse de CBD, glicerina vegetal (VG), propilenglicol (PG) y aromatizantes.
Otra forma de vapear CBD es vaporizar las inflorescencias. Para ello, son perfectos dispositivos como los fabricados por storz-bickel. Los cannabinoides se toman sin combustión, con todos los beneficios señalados, pero de una forma mucho más natural que el e-líquido.
Entre las razones por las que se recomienda este método de ingesta se encuentra la rapidez con la que el cuerpo humano lo absorbe. De hecho, las formas comestibles pueden tardar más de 30 minutos en ser digeridas y entrar en el torrente sanguíneo, y para las personas que emplean el CBD para tratar las convulsiones, el dolor crónico, la ansiedad u otras dolencias similares, no siempre es posible esperar. No obstante, los expertos recomiendan no dar más de cuatro caladas a quienes se inician en el producto, sugiriendo un comienzo gradual. El vapeo también ofrece discreción a la hora de consumir y usar el CBD en público.
Cabe destacar que el aceite de CBD para vapear y el aceite de CBD para uso oral son productos totalmente diferentes. El PG y el VG no son comestibles y no deben ingerirse, mientras que el aceite de MCT/cáñamo no es vapeable y no debe introducirse en los vaporizadores porque los estropean.
Vapear CBD: beneficios para la salud
La industria del cáñamo ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años gracias a los numerosos beneficios del CBD para la salud. Muchos estudios y testimonios afirman que esta sustancia alivia todo tipo de afecciones mentales y físicas como, por ejemplo,:
- ansiedad
- insomnio
- dolor
- inflamación
- epilepsia
Aquellas personas que padecen ciertas enfermedades respiratorias suelen recurrir a terapias de aerosol para inhalar y hacer llegar con rapidez el CBD a los pulmones, lo que se traduce en un rápido efecto clínico.
Las características de los aerosoles de condensación pueden hacer que el vapeo parezca un método más efectivo para tomar CBD. No obstante, como el vapeo es todavía una práctica bastante reciente, los investigadores todavía no están seguros de sus beneficios reales ni de sus posibles riesgos para la salud. Todavía no hay muchos estudios sobre el vapeo de aceite de CBD, ya que los ensayos clínicos sobre la ingesta de CBD se han centrado en cápsulas orales, sprays sublinguales o soluciones orales.
El aceite de CBD para vapear, como se ha mencionado, presenta una tasa de absorción más rápida que otras formas de CBD, como los comestibles y los aceites. Esto ocurre porque el CBD llega al torrente sanguíneo a través de los pulmones en lugar de tener que pasar por el sistema digestivo. Es normal que los efectos medicinales del aceite para vapear de CBD se perciban de inmediato o en pocos minutos. La rápida tasa de absorción hace que el aceite para vapear sea una buena solución para aquellas personas que sufren ataques de ansiedad, estrés a corto plazo y brotes de dolor.
Muchas personas consumen CBD únicamente por sus beneficios de relajación. Se podría decir que el vapeo es posiblemente la forma más relajante de tomar CBD, pues produce nubes suaves y agradables que penetran suavemente en la respiración y los pulmones para promover la calma. El aceite de CBD para vapear suele estar enriquecido con exquisitos aromas, lo que hace que el sabor y el olor sean muy agradables.
Riesgos del vapeo de CBD
En Estados Unidos, el CBD obtenido de la planta de cannabis sativa todavía no ha sido aprobado por la FDA como medicamento. Además, la FDA no regula la producción y el etiquetado de los productos de aceite de CBD. Un estudio alerta a los consumidores sobre el carácter fraudulento de algunos fabricantes: no todos los productos contienen la cantidad de CBD indicada en la etiqueta. Sin control de calidad, las personas se exponen a dosis desconocidas de CBD, así como a otros componentes que pueden suponer riesgos. En Europa, la situación es similar. No existen controles reales sobre los niveles de CBD en los productos.
En una publicación reciente, varios médicos informaron acerca de varios casos de lesiones pulmonares graves en personas que vapean. Según un informe de los CDC, hasta febrero de 2020, 2807 personas en los Estados Unidos recibieron tratamiento hospitalario por los cigarrillos electrónicos, o el vapeo, que resultaron en daños pulmonares asociados con el uso del producto. Esta nueva enfermedad se llama EVALI, o enfermedad del vapeo. De estas personas, 68 han muerto. Sin embargo, el vapeo continúa siendo mucho más seguro que fumar porros/cigarrillos, que son responsables de 400 000 muertes al año en EE. UU.
Asimismo, un pequeño porcentaje de usuarios ha experimentado alergias o ha desarrollado posteriormente alergias a algunos de los productos químicos y materiales empleados en los vapers. Algunas investigaciones han encontrado cantidades insignificantes de partículas metálicas y otros contaminantes peligrosos, como el plomo y el cadmio. Las personas que presentan o experimentan alergias o intolerancias pueden sufrir irritación de los senos nasales, náuseas o dolores de cabeza al consumirlo. Las alergias más graves pueden manifestarse en forma de urticaria, hinchazón o dificultad para respirar. Afortunadamente, ambas sustancias químicas están ya muy presentes en el mercado y en otros productos, por lo que muchas personas ya conocen las alergias.
De hecho, el propilenglicol y la glicerina vegetal son ingredientes habituales en el vapor de las máquinas de humo, los cosméticos, los productos capilares, los alimentos, las bebidas, los cigarrillos, los medicamentos y muchos otros productos.
Consejos acerca del vapeo
No todos los dispositivos de vapeo son iguales, pero todos cuentan con cuatro componentes básicos: una batería, un elemento calefactor (también conocido como atomizador), una boquilla y una cámara que contiene el material de vapeo. El elemento calefactor vaporiza cualquier material con el que entre en contacto dentro de la cámara y el usuario inhala el vapor mediante la boquilla. Existen dos tipos distintos de vaporizadores para vaporizar CBD. El más común es el vaporizador «tipo tanque», en el que una batería calienta un pequeño cartucho desechable o un recipiente recargable. El otro tipo es el vaporizador-bolígrafo, que suele emplearse para concentrados como el aislado de CBD. Los vaporizadores tipo bolígrafo facilitan el vapeo de concentrados. Consisten en una cámara con una bobina metálica de calentamiento en la parte inferior que vaporiza el aislado de CBD concentrado colocado directamente en las bobinas.
Algunos expertos han elaborado una guía informativa para acercarse a la ingesta de este nuevo tipo de aceite de CBD:
- No uses cigarrillos electrónicos que contengan THC o productos para vapear de fuentes poco fiables
- No uses cigarrillos electrónicos o productos para vapear que posean acetato de vitamina E
- No añadas ingredientes adicionales a un producto para vapear
- Los productos de vapeo y los cigarrillos electrónicos tampoco son seguros para los adolescentes, los adultos jóvenes o las mujeres embarazadas.
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